Sí, sí, sí, no debería siquiera atreverme a decir este tipo de cosas al ser yo, ustedes no digan nada, una bella mujer de MENOS de 30 años; pero ya ven, que odio la hipocresía y las incongruencias (soy más intolerante a esto que a la estupidez, y miren que ya es decir mucho).

- Igualdad ante la ley;
- También existe la violación DENTRO del matrimonio cuando la esposa NO quiere tener relaciones y la obligan;
- La posibilidad de acceder a los mismos puestos y nichos laborales (y digo posibilidad, porque una cosa es querer y tener la capacidad jurídica, y otra muy diferente es tener las capacidades mentales, de conocimiento, motrices y demás);
- Ser dueña de tu propio patrimonio y baritos;
- Condenar la violencia contra la mujer (y como consecuencia contra los hijos); etc.
Todo esto es maravilloso, y estoy completamente de acuerdo en que está más que bien. Inclusive la terrible parte de tener que depilarse (condeno el NO uso del brassiere, si las tienes, hay que sostenerlas y punto) y querer ser como el hombre (que no digan que no, porque yo sé cambiar una llanta y soy completamente capaz de abrir el cofre de mi coche y hacer como si sé que chingados le pasa, por no mencionar mi profesión de cargadora y reina de las mudanzas).
Hasta aquí todo súper chido y nos sentimos bien chingonas, PERO, no sería yo si pudiera callarme el lado negativo/incongruente de las mujeres actuales ( y hago hincapié que es una situación vista desde y por la mujer, que los hombres aquí no tienen velo en el entierro):
- Todas se quieren casar (menos un pequeñísimo porcentaje, como yo);
- Ya casadas, ellas seguirán trabajando, pero es obligación de él mantener la casa, que ellas trabajan para comprarse lujos, no para compartir el fruto de su trabajo con ellos. No, que esa pendejada lo haga él, que para eso tiene pito.
- Siguen pensando que si no tienes hijos no te realizas como mujer, que no como madre (porque eso sería obvio);
- Tienen trabajo y quieren ser "independientes" pero esperan que el hombre pague TODO cuando salen, que pase por ella, le abra la puerta (del coche y todas las que se encuentren), le dé un anillo de compromiso (y lo pague, que baratos no soy), que sean como deben ser las parejas: felices y machistas:
- Creen que está mal que el hombre les pegue (ni con el pinche pétalo de una rosa apestosa), pero ellas sí que sueltan sendas cachetadas y golpes de vez en cuando;
- Pretenden tener plenitud sexual, pero la verdad es que les da culpa coger sólo por amor al arte o por deporte. Porque, al final, el sexo sólo es válido cuando lo haces con la persona amada (puras pendejadas, digo yo, aunque tal vez lo piensen así las pobres señoritas que nunca se han tirado a un muchachón por las puras ganas de hacerlo);
- Se creen muy liberales y dicen que aman su soledad e independencia, pero todas la sufren. Odian ir a algún lugar si es con las parejitas (porque, ya saben, después de una edad todas las demás YA tienen novio), desean ferviertemente tener un macho que las cuide y les mienta diciéndoles que las ama. Todo con tal de no estar solas.
Como diría Úrsula: Pobres almas en desgracia, que sufren necesidad...
Mi mamá dice que es estúpido pretender estar acompañado cuando ni siquiera sabemos estar solos, porque si nos consideramos una mala compañía para nosotros mismos, es una chingadera esperar que alguien más se quiera fletar esa misma compañía. Y estoy de acuerdo, completamente de acuerdo con esto. Es incongruente y patético. No puedo utilizar otras palabras.
Otra cosa que me parece súper divertida, es que pretendan fidelidad de su marido/novio/pareja cuando ellas:
- No están dispuestas a satisfacerlo sexualmente (ni a tirárselo todos los días, ni complacerlo con una felación una vez a la semana, de menos);
- Ni siquiera les gusta el sexo, así que no lo buscan (un porcentaje importante de mujeres, porque hay otras que sí que lo disfrutan, y mucho);
- Se descuidan, suben de peso, dejan de maquillarse, depilarse, lavarse la cara. Vamos, estar deseables, limpias y como si les gustara su imagen y cuerpo (que no quiere decir andar de tacón de aguja todos los días, pero sí que no parezcan la doña en pantuflas, bata de baño, tubos en al cabeza y los labios despintados pero con estragos de labial rojo pasión).

Entonces, tendríamos un mundo de viejas solteronas, tristes y amargadas, pero eso sí:
bien feministas las pendejadas.
Y, quién se quedaría con los hombres que valen la pena:
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