viernes, 23 de septiembre de 2011

Cogerse a una Guadalupana

El sexo sin amor no es lo mismo, no es igual. ¡La verga qué! Puras fantasías. Existen miles de mujeres que son capaces de hacerse novias de cualquier pelagatos por un resbalón en el petate (una cogida, vaya). Es aquí donde entra el prejuicio; no puedo cogerme a alguien sino es por amor, o si ya me lo cogí, tiene que ser mi novio, saber que yo quiero una relación (podría pensar que soy una PUTA). No se mientan, cogerse a alguien no las va a hacer ni menos ni más putas, en sentido estricto, si ustedes se apegan a esas leyes morales (católicas-guadalupanas), si ya se cogieron a alguien y no fue a su marido después de la boda, ya son unas PUTOTAS. Por eso mejor aceptemos la verdad, seguir creyendo en esas costumbre, es como creer que si haces la danza de la lluvia en un desierto comenzará a llover, o que la tierra es plana. La vida y las costumbre van cambiando. El sexo es sexo (como conectar una clavija en un contacto, a veces funciona y sino, lo mueves un poco, le abres las patitas o te mueves al contacto de arriba o buscas cualquier otro donde tu clavija si pase corriente) y el amor es... eso que nos dicen que "será lo mejor del universo" (como pedirle a los reyes un nintendo y te traigan un pinche trompo, o en el mejor de los casos te traen el nintendi que se parece al nintendo pero se traba y se le caen las piezas, y tú, disimulas para no parecer un pendejo).

El caso es que traemos cargando estas mamadas, llega el momento íntimo, concupiscente, entronchador y desconcertante del sexo. Descubres que te estás cogiendo una Guadalupana, por más atea, liberal y sexosa  que se presente, es una de ella. Sí, señoras y señores. Quiere una relación o no abre las patas hasta que no le digas que quiere ser tu novia, aquí hago un paréntesis, porque algunos padre enseñan a sus hijos la clave que abre todas las piernas del mundo, diles que te quieres casar con ellas, ya después que lo superen solas. Regresando y cerrando el paréntesis. Si superas la primera fase, se entendería que ya puedes ser un cerdo pero Guadalupano, pero eso no sucede. Alguna de las opciones son:


  • A-No quiere que la veas desnuda, o si sí, tiene una cara de espanto;
  • B-No quiere que le toques los pechos, incluso puede negarse a quitarse el bra o si sí, te observan como si estuvieran viéndote jugar con un moco;
  • C- Te pide que apagues la luz, o sino se desviste bajo las cobijas.
Esos por poner tres, son muchas e inimaginables las costumbre de una Guadalupana, porque no tiene que ver con la religión. El caso es que se la pasan en el conflicto, pensando en quién sabe cuantas madres (pregúntale a una amiga y que responda con sinceridad, ¿cuantas veces durante el sexo estás pensando en cualquier otra pendejada?) Mientras uno le tupe duro. El único resultado es que van dejando hombres Guadalupanos por ahí, fingiendo orgasmos que nosotros creemos reales.

Lo cierto es que todos mienten (cosa que aumenta el Gadalupanismo), mientras más chingones dicen ser para el sexo, son los peores; qué si baila bien será buena en la cama, mito; que si tiene una boca grande la mamará bien, mito (seguro ni le gusta); que si es morena o está velluda, chaparrita, alta, culona, etc., igual es mito, también resultan Guadalupanas. Consejos para huir de la Guadalupez:

  1.  Si ya estás ahí, a la hora del revolcón, deja que te vea, te toque y demás, tus complejos de gorda, celulitca, chichicaida, nalgaguada, pezones feos, grandes o chiquitos y demás, déjalos para otro momento. Te aseguro que el cabrón ese, igual se va excitar, te va desear y coger, por eso está ahí, ¡chinga, no le pases tus complejos! que él ni cuenta se había dado. Eso sí, así te dure tres minutos, exígele que acabe con la mano, la lengua o lo que sea necesario, tú necesitas tu dosis, que se esmere;
  2. Deja de pensar pendejadas, dedicate a sentir, el pobre pendejo se está esforzando en complacerte y tú pensando en que te vas a poner mañana o si te va marcar (sentir placer NO ES PECADO, Lupita).
  3. NO FINJAS, somos unos cerdos me cae de madre, pide que te complazca, el baboso ese, es capaz de hacer cualquier cosa;
  4. Conócete, o sea, mastúrbate, tócate, aprende qué te gusta y en donde para que lo pidas, eso sí, aprende a dar indicaciones.

 Oí en algún lugar, que los hombre como las mujeres se pasan gran parte de su vida sexual, tratanto de satisfacer al otro, y no consiguiéndolo.
El gran problema es la comunicación, damos por hecho las cosas, hablen. El sexo es sexo y ya, como el deporte, sino se practica y hay buena comunicación con el equipo, todo vale madre.


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