martes, 27 de septiembre de 2011

Gordas, feas e infelices.

Cualquiera que diga que la belleza se encuentra en el exterior y no en el interior, es feo. No hay más. Y no es porque no haya belleza interior (que claro que la hay) sino porque el contexto en el que surge esta frase siempre está marcado por la inconformidad de alguien por ser feo (evidentemente, por fuera). Y, además, todos sabemos que la belleza exterior es bien importante.

Y no, no soy discriminadora ni racista, más bien NO soy fea. Es más, creo que todos debemos tener las mismas oportunidades, sin importar la belleza o fealdad que nos caracterice, y estoy segura de que generalizar es estúpido (aunque esto sea una generalización, ¡ja!) cuando implica desacreditar a alguien a priori, sólo por sus características externas.

Claro, ahora parece que me contradigo, y en realidad no lo hago. Más bien tiene que ver con la belleza o fealdad propia. Es decir, que sólo voy a referirme a cómo cada quien vive su cuerpo. Por supuesto, como ya lo escribí, yo no sólo no soy fea, sino que además puedo decir que tengo una cara bastante bonita, y que nunca me han dicho lo contrario. Mi cuerpo, eso es otra historia. Antes, cuando era joven, estaba bien buena, y tampoco es pretensión, pero estaba delgada y caderona, con una cinturita, y sabía lucir mis atributos. Ahora tengo 10 kilos de más y evidentemente no me veo como antes, aunque la gente amablemente me mienta.

Para mí este sobrepeso me ha hecho infinitamente infeliz, ya no disfruto mi cuerpo, ni arreglarme, ni nada parecido. Estoy justo en el limbo en el que me sé que podría ser como era antes (con un poco de ejercicio y un cosido de hocico) pero aún no tengo tiempo para hacerlo, ni el dinero (principalmente el dinero, porque mi sobrepeso tiene causas fisiológicas que debo tratar con un médico). Y, justo estar en este limbo me hace pensar en todas las personas que son: gordas, o feas por decisión (es decir, que podrían no espantar, pero que quién sabe por qué demonios se arreglan como lo hacen).

Simple y sencillamente, no las entiendo. No puedo comprender cómo chingados alguien prefiere estar gordo que estar sano y en forma (que no digamos delgado, si no, parecerá que soy pro anorexia y ni cerquita). No puedo siquiera comprender cómo pueden vivir así sin hacer algo, cómo pueden meterse a bañar y no vomitar al ver su cuerpo (y lo digo porque yo me siento así a veces), o de plano optar por nunca ver su cuerpo. Cómo puedes ir por la vida pensando que está bien que no sólo no te alcances a ver los pies (que podría pasar si tienes los pechos muy grandes y ERES mujer), sino que tampoco te ves lo que está debajo de la panza (yo no entiendo cómo los hombres pueden orinar cuando ni siquiera se alcanzan a ver el pito, qué angustia). Además de todos los problemas físicos que implica la obesidad (que todos conocemos). Me resulta inaudito.

Tampoco entiendo a las mujeres que no están tan feas ni tan gordas, que están X, pero que en su esfuerzo por embellecerse (quiero pensar que es por eso), se hacen espantosas. Como:

La que cree que ser güera es la única forma de existir, aunque sea evidente que ella no lo es, y se le vea súper mal;

La que piensa que es súper sexy que se te marquen las lonjas en esa ropa apretadita;


La que no se ha visto nunca de espaldas en un espejo, y jura que no tiene celulitis;

Las que piensan que está chido andar con la timba salida, porque ellas son bien sensuales, y a los hombres les gustan las mujeres con pancita;

Las que aún no descubren que el vello en el bigote, piernas, axilas o entrepierna es natural y así debemos andar;

Las que gustan de usar el pantalón como torero (por cuestiones de decencia, no pondremos fotografía de esto).

Las que se maquillan como si fueran una combinación entre la Tigresa y Astrid Hadad.

A las que les gustan andar enseñando el brazo de tamalera (si fuera mío, lo tendría más escondido que nada).

Las que enseñan la celulitis de las piernas y las nalgas aguadas con esos vestidos que SÓLO deberían usar las mujeres raquíticas o que hacen muchísimo ejercicio y están buenísimas.


Podríamos seguir y seguir y seguir con todos estos ejemplos. Creo que todos entendemos a qué se refiere  mi incomprensión. Lo peor de lo peor de lo peor es cuando escuchas gente, como mi prima T***, que dice que no bajará de peso porque así está bien (con 30 kilos de sobre peso NADIE está bien) y porque además así le gusta al novio, ¡ASÍ LE GUSTA AL NOVIO! Sí, tal vez haya hombres con farafilias de cogerse ballenas, pero este argumento es completamente patético, porque, ¿qué haces el día que el novio te deja? ¿le mandas las lonjas por correspondencia? ¿Están tan alienadas de sí mismas que ni siquiera importa lo que a ellas les gusta cuando tiene que ser con su cuerpo? Chale, aterrador, hasta la piel se me pone chinita.

Claro, todo podría resumirse, probablemente, a lo que una vez una amiga me dijo: Lolita´s, es que tú no sabes lo que es ser fea. Y punto. Tal vez...

2 comentarios:

  1. eres subnormal profunda chica

    ResponderEliminar
  2. Hola,por lo que escribes deduzco que hablas de tu propia experiencia personal.
    Mientras estaba leyendo tu post me he sentido profundamente identificada con tus sentimientos,porque yo me siento exactamente igual.
    Conozco la sensación que describes de (infelicidad),mi problema no es el sobrepeso pero eso no es relevante.
    Yo soy una chica que desde hace ya más de un año se siente profundamente infeliz e insatisfecha con su imagen.
    Mi problema es la alopecia y debo decir que no soy una mujer (poco agraciada),de hecho la mayoria de la gente me considera guapa.
    Tengo buena constitución,delgada y con los ojos azules.
    Sin embargo yo no me veo bien y se que los demás me mienten para no hacerme sufrir.
    Estoy de acuerdo contigo,el físico es muy importante tanto para nosotras mismas como para los que nos rodean.Yo no era consciente de este echo antes porque me sentia completa en todos los sentidos pero ahora sufro enormemente y añoro mi cabello.
    No hay un solo día en el que al levantarme por la mañana me mire en el espejo y no desee volver a verme bien.
    En definitiva son muchos los días en los que deseo echarme a llorar y a veces esto me alivia.
    Otros en cambio son buenos y siento que puedo seguir adelante con este tormento que me ha sido impuesto.
    Te cuento todo esto porque busco consuelo y comprensión por parte de alguien que está sufriendo como yo y que puede entender mi dolor.
    Obviamente ya he buscado ayuda en foros femeninos sobre este problema y estoy en tratamiento.
    Pero no son consejos médicos lo que necesito,solo una amiga con quien poder escribir.
    Bueno,por si te interesa podemos desahogarnos mutuamente.
    Me llamo Alba y este es mi email: moralesbeln115@yahoo.es

    ResponderEliminar

¡no calles que hace daño!