jueves, 16 de agosto de 2012

¡Ahora te lo tragas!


Desconozco la razón o el origen de la práctica femenina (no sé si en los hombres también se presenta o es, como yo supongo, pura cosa de mujeres), pero he escuchado en muchísimas mujeres el asco de “tragar” el producto de una buena mamada. Perdonen el lenguaje, pero me parece que si vamos a hablar de sexo oral y de tragar semen, debemos hacer uso de los eufemismos. No nos queda de otra, así que ya están avisados.

Pero, comencemos por el principio. No sé si sea conocimiento popular, pero cuando una persona realiza, sobre el miembro viril de otra, una felación (ja, odio esa palabra), el objetivo que se persigue es que el dueño del miembro tenga un orgasmo, y este, en prácticamente todas las ocasiones, irá acompañado de una eyaculación. No es una ciencia nueva u oscura, es una realidad, se vienen y traen a todo el equipo a la fiesta. Es por esto que la mujer (u hombre, según sea el caso) se ve con el miembro expulsando a los amigos en la boca… estoy de acuerdo, no es la mejor o más placentera sensación del mundo, pero lo lógico es que uno reciba y, así, todo completo, se lo trague.

El meollo del asunto es justo que a las mujeres no les gusta. Obvio, no sabe a chocolate ni a helado de queso de cabra… pero es que ¡no lo es! Es una secreción del cuerpo llena de proteínas que sabe fuerte y agrio, pero tampoco es intragable (todos hemos tragado cosas que saben peor). Yo digo que después de un par de veces, te acostumbras.

Muchas de mis amigas NO LO HACEN, categóricamente dicen que NO, y ni cómo hacerle. Algunas de ellas llevan a cabo todo el proceso pero quitan la boca al final (sé de algunas mujeres que lo reciben en la boca y corren a escupirlo al baño… como si eso no resultara más asqueroso, estar caminando con el semen en la boca…). Claro, tienen excusas y argumentos para sustentarlo, pero la verdad es que son unas egoístas narcisistas. Porque sus hombres sí se bajan por los chescos, y se llenan de “eso” que hay ahí, en los labios y adentro, y no se quejan, no les piden que primero se limpien todo el flujo y el moco y todo, ¡NO! ellos sí son guerreros y valientes y se aguantan como los machos (es sólo una frase, no tiene implicaciones discriminatorias), en cambio ellas, chillan porque sabe feo, es viscoso y se siente feo en la boca…

Ni modo, el sexo y el amor son pequeñas batallas que uno debe librar para ser feliz y estar satisfecho sexualmente, hay que luchar contra los malos ratos y dar lo mejor en los buenos, estar dispuesto a complacer a la pareja, darle placer y TRAGAR, porque como bien decía mi mamá: es de mala educación jugar con la comida y no tragársela.

2 comentarios:

  1. Jajajaja, me ha encantado. Naturalmente, desearía que todas las mujeres pensaran así, pero son las menos. Sin embargo, sí he leído algunas que reconocen que les encanta tragarlo, otras que "no les importa" y muchas a las que no les gusta pero lo hacen por su macho. Y la inmensa mayoría no lo hace, ya sea escupiéndolo, o no permitiendo la eyaculación en la boca.

    En una cosa sí voy a discrepar, y es que el motivo último (o único) de dar/recibir sexo oral no ha de ser el orgasmo. Si toda mamada hubiera de acabar en corrida, el polvo se vería irremediablemente interrumpido. Se puede (¡y se debe!) practicar sexo oral antes de la penetración, pero no es menester que acabe siempre en orgasmo.

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    1. Estoy de acuerdo, PERO, si no se termina en orgasmo porque la chica cortó la inspiración ¡fusilamiento! que eso está mal, mal, mal

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